Se cuenta que aproximadamente en el siglo VI AC., un monje indio llamado BODHIDHARMA (en japonés Daruma Taeshi), Viajó de la India a China. No se debe dejar de lado que el Yoga se originó en la India y la importancia que esta disciplina hace sobre las posturas (Hasanas) y sobre la respiración y como ésta resulta después de muchos años de práctica, vital para dominar algunos estados emocionales del individuo.
La historia de este monje legendario se obscurece en la noche de los tiempos, pues no existen fuentes históricas contemporáneas que avalen su existencia en la India, aunque la mayoría de investigadores chinos y japoneses, afirman que hay muchos indicios en la narrativa oral para asegurara que si existió.
Se dice fue un príncipe de la región de Madras, perteneciente a la casta de los guerreros, pero que abrazó el budismo dhyana que le enseñó su maestro Prajnatara. Después de la muerte de su maestro entre el 500 y el 600 AC, aproximadamente, decidió llevar la enseñanza del Buda a china. Lo difícil de tal recorrido atravesando el Himalaya, tal vez le hizo ver la importancia de una buena constitución física.
Una de las rutas que se han señalado como posiblemente recorridas por Bodhidharma es por el valle del Río Indo a través de los pasos elevados de las montañas de Karakoram y después por el desierto de Takla Maklán o a través del desfiladero de Khyber, por Arayan (Actual Afganistán).
Finalmente llegó a China, a Cantón, se dice que conoció personalmente al emperador Wu pero no tuvo suerte y fue despedido, fue así como arribó y se asentó en un templo de a la provincia de Hunan, donde se encontraban varios templos entre ellos, el templo Shaolin (el que actualmente existe es una reconstrucción).
En este primer templo se dice que había también militares de la dinastía Ming, las tropas de machuria sitiaron y quemaron el templo, por lo que fue abandonado. Posteriormente en la provincia de Fukien se construyó el segundo templo Shaolin.
De este segundo templo es del que se cuentan las historias de los especiales requisitos para su ingreso y de las pruebas finales para graduarse. Se dice que había un pasillo con 108 muñecos armados y al final, una urna de 225 kilogramos de peso que en lugar de asas tenía un dragón y un tigre en cada lado, que debería ser removido con los antebrazos.
Con el tiempo este templo de Shaolin (Sil Lum en cantonés o Shorin Ji en japonés) y sus monjes se volvieron famosos, pues se le atribuye a Bodhidharma la fundación del Budismo Zen, combinado con un entrenamiento físico que conjuntaban métodos de lucha hindúes, las técnicas de respiración Yoga y los estilos propios de pelea de China.
Se cuenta que se enseñaban primeramente tres rutinas, después cinco, que eran equivalentes a los movimientos del dragón, el tigre, la serpiente, el leopardo y la cigüeña, los que a su vez permitían desarrollar la velocidad, la fluidez, la calma, la fuerza, etc.
Es muy probable que todo lo anterior fuera el antecedente histórico de las artes marciales.
La historia de este monje legendario se obscurece en la noche de los tiempos, pues no existen fuentes históricas contemporáneas que avalen su existencia en la India, aunque la mayoría de investigadores chinos y japoneses, afirman que hay muchos indicios en la narrativa oral para asegurara que si existió.
Se dice fue un príncipe de la región de Madras, perteneciente a la casta de los guerreros, pero que abrazó el budismo dhyana que le enseñó su maestro Prajnatara. Después de la muerte de su maestro entre el 500 y el 600 AC, aproximadamente, decidió llevar la enseñanza del Buda a china. Lo difícil de tal recorrido atravesando el Himalaya, tal vez le hizo ver la importancia de una buena constitución física.
Una de las rutas que se han señalado como posiblemente recorridas por Bodhidharma es por el valle del Río Indo a través de los pasos elevados de las montañas de Karakoram y después por el desierto de Takla Maklán o a través del desfiladero de Khyber, por Arayan (Actual Afganistán).
Finalmente llegó a China, a Cantón, se dice que conoció personalmente al emperador Wu pero no tuvo suerte y fue despedido, fue así como arribó y se asentó en un templo de a la provincia de Hunan, donde se encontraban varios templos entre ellos, el templo Shaolin (el que actualmente existe es una reconstrucción).
En este primer templo se dice que había también militares de la dinastía Ming, las tropas de machuria sitiaron y quemaron el templo, por lo que fue abandonado. Posteriormente en la provincia de Fukien se construyó el segundo templo Shaolin.
De este segundo templo es del que se cuentan las historias de los especiales requisitos para su ingreso y de las pruebas finales para graduarse. Se dice que había un pasillo con 108 muñecos armados y al final, una urna de 225 kilogramos de peso que en lugar de asas tenía un dragón y un tigre en cada lado, que debería ser removido con los antebrazos.
Con el tiempo este templo de Shaolin (Sil Lum en cantonés o Shorin Ji en japonés) y sus monjes se volvieron famosos, pues se le atribuye a Bodhidharma la fundación del Budismo Zen, combinado con un entrenamiento físico que conjuntaban métodos de lucha hindúes, las técnicas de respiración Yoga y los estilos propios de pelea de China.
Se cuenta que se enseñaban primeramente tres rutinas, después cinco, que eran equivalentes a los movimientos del dragón, el tigre, la serpiente, el leopardo y la cigüeña, los que a su vez permitían desarrollar la velocidad, la fluidez, la calma, la fuerza, etc.
Es muy probable que todo lo anterior fuera el antecedente histórico de las artes marciales.